Incluso de esos momentos que no merecerían ser inmortalizados, como la cara de la tía Tota al soplar las velitas o la forma en que el abuelo Gastón se emprolija las uñas de los pies con un tramontina.
Esa es la realidad que nos toca vivir, amigos míos, y hay que aceptarla. Es por eso que esta Mona, siempre atenta a las necesidades de sus lectores, les regala el siguiente pequeño pero utilísimo consejo para mejorar sus recuerdos fotográficos:
¡ PRESTE ATENCIÓN AL ENTORNO, PAPANATAS!
No mire a través de la lente sólo la cara o el cuerpo o el objeto en general. Mire también qué lo rodea!
No se olvide que el contexto puede arruinar la mejor imagen.
No se olvide que el contexto puede arruinar la mejor imagen.
Y luego, entonces sí, suba las fotos a su facebook.
Deje, deje, no me agradezca. Como digo siempre, lo mío es un apostolado.