Manual de la Buena Esposa

A todas las mujeres que se quejan de que no hay hombres, de que las relaciones no les duran, y de que los muchachos de hoy en día no se quieren comprometer, les digo una cosa: La culpa es de ustedes. Ustedes no entienden el sentir de un hombre, por eso no les duran. No saben cómo manejar las situaciones. A mí me iluminó una amiga, una vez que le contaba algunos altibajos con el Mono, y bueno, ya llevo 16 añitos de matrimonio. No es poco, no?
Como una contribución a la sociedad femenina, y para parar un poco la ola de divorcios les traigo este artículo de una revista de 1955:

En ésa época los matrimonios duraban hasta que la muerte ( por fin) los separaba! Así que tomemos el ejemplo de nuestras abuelas. Mi inglés no es muy bueno, pero creo que he logrado una traducción bastante ajustada:

1- Tenga la cena lista para cuando él llega. Es la manera de hacerle saber que ha pensado en él, y que le preocupan sus necesidades. Muchos hombres llegan con hambre a su hogar, y una buena comida (mejor si es su favorita) es parte de una cálida bienvenida.

2- Prepárese para él. Tómese 15 minutos para retocar su maquillaje, ponerse una cinta en el pelo y lucir fresca.

3- Haga una última recorrida por la casa antes de que su marido llegue, para asegurarse de que no hay desorden.

4- Prepare a los niños. Lávelos y péinelos, si es necesario cámbieles la ropa. Son sus tesoritos y deben hacer su parte. Desde el momento en que él llegue, deberán hacer silencio.

5- Muéstrese feliz de verlo.




6- Escúchelo. Si tiene cosas para decirle, espere a que sea el momento. Déjelo hablar primero. Recuerde: los temas de conversación de su esposo son más importantes que los suyos.

7 - Nunca se queje si llega tarde a casa, incluso si pasa toda la noche fuera, o si va a comer afuera o a otros lugares de entretenimiento sin usted.

8 - Arregle su almohada y ofrézcase a quitarle los zapatos. Háblele en un tono bajo, calmante y agradable.

9- No le pregunte sobre sus actos ni cuestione sus juicios o integridad. Recuerde: él es el amo de la casa y como tal, se hará su voluntad. Usted no tiene derecho a cuestionarlo.

10- Una buena esposa siempre conoce su lugar.



Confieso que me dió un poquito de impresión cuando lo leí. Pero no se preocupen. Los vómitos paran a la hora, aproximadamente.