
Van unas perlillas, y al final, breve biografía.
- El que satisface sexualmente a una mujer es su dueño, el que no la satisface sexualmente es su esclavo.
- En amor, cada ser que hiere a otro no hace sino vengar una herida anterior recibida en su propio cuerpo.
- Las mujeres son tan terriblemente incongruentes que, a veces, para seducirlas, hasta da resultado el mostrarse sincero, noble y generoso.
- Hay dos sistemas de conseguir la felicidad: uno, hacerse el idiota; otro, serlo.
- Para ser moral basta proponérselo; para ser inmoral hay que poseer condiciones especiales.
- Todo el mundo se suicidaría, si después de suicidarse se pudiera seguir viviendo.
- El pudor es un sólido que sólo se disuelve en alcohol o en dinero.
Enrique Jardiel Poncela nació en Madrid el 15 de octubre de 1901. Escribió desde muy joven, aunque se perfilaba para ser un autor “serio” y no el formidable humorista que resultó siendo. En 1927 publica “Amor se escribe sin hache”, su primera novela. Luego, en pocos años, escribiría tres novelas más: “¡Espérame en Siberia, vida mía!”, “Pero... ¿Hubo alguna vez once mil vírgenes?” y “La tourneé de Dios”, ésta última en 1932. Muy joven abandonó la novela, en la que brilló. Su publico lo seguía fielmente, pero los críticos se ensañaban cada vez más con una obra que no estaban capacitados para juzgar. Cuando lo acusaban de escribir para grandes masas, dijo que sí, que escribía para “grandes masas encefálicas”. Enfermó de cáncer en 1944 y su producción se hizo, por eso, menos prolífica. Murió en la pobreza, en Madrid, el 12 de febrero de 1952, casi olvidado. Actualmente, se ha revalorizado su obra y una calle de la capital española lleva su nombre.
Yo, la Mona Loca, lo recomiendo.